La pregunta clave
Escrito por Inigo Urdinaga, Publicado en Citas surferas, Cultura surf
¿Qué tienes que hacer, cómo tienes que vivir para coger esas pocas olas vacías?
Linda Cuy ("All for a Few Perfect Waves". David Rensin, 2009).Linda Cuy fue una surfera de verdad. Y además, amiga, compañera sentimental o lo que sea de Miki Dora durante unos diez años. En la biografía de este último afirma:
«La vida de Miki giraba toda alrededor de unas pocas olas vacías. ¿Qué tienes que hacer, cómo tienes que vivir para coger esas pocas olas vacías?».
De esa frase sacó David Rensin nada menos que el título para el libro: All for a Few Perfect Waves. «Todo por un puñado de olas perfectas». Lectura totalmente recomendable para conocer a uno de los surferos más míticos –si no el más mítico– de todos los tiempos.
Me parece que la pregunta de Linda Cuy da en la clave.
No surfeamos cuando queremos, sino cuando hay olas y no tenemos compromisos terrenales. Eso es lo que más diferencia al surf de la gran mayoría de deportes, etc. Por eso, antes o después, todo surfista enganchado se pregunta: «¿cómo me lo tengo que montar para surfear lo más posible?».
¿Qué tipo de trabajo me conviene? ¿Hasta cuánto voy a permitir que amistades, relaciones, etc. condicionen mi tiempo para surf? ¿Dónde me conviene vivir?…
De las respuestas que los surfers dieron y damos a esas preguntas surge la (sub)cultura del surf.
Esta época rara de confinamiento, igual es un buen momento para que nos preguntemos seriamente: ¿qué lugar, importancia, peso, le doy al surf en mi vida?… ¿Demasiado? ¿Menor del que quisiera?… ¿Debería hacer cambios en mi vida?… Dicen que querer es poder…
Bonus
. Vídeo de Linda Cuy en 2015, presentando su libro sobre los viajes que hizo con Dora.
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Hola Iñigo!
Menudo asunto nos planteas, esto daría para una larga y profunda reflexión, tratare de no alargarme. En mi caso el surf apareció tarde en mi vida, me faltaban un par de velas para los 40 cuando me enganche. A esa edad uno ya tiene casi completa la agenda diaria, así que tuve que digamos buscarme un poco la vida para hacerle hueco. Los primeros años fueron complicados, problemas (de los de verdad…) en casa, excusas, abandono de amistades «toxicas» (básicamente gente con la que no compartía pasión…) y mucha mentira. Me inventaba historias para eludir compromisos familiares y nunca era suficiente, quería esta siempre en el agua, la frase «no te olvides que tienes una familia» se convirtió en una puta losa. Con el tiempo las aguas se calmaron y mi entorno acabo por comprender que esto ya formaba parte de mi vida y no tenia pensado renunciar.
A día de hoy no entendería vivir alejado del mar, tengo la suerte de estar a 10 minutos de la playa y me siento un privilegiado. Disfruto con mi torpeza, no pretendo molestar ni aspiro a nada mas, simplemente bajar algunas olas y charlar con ese par de amigos. Agradezco a quien comparte sus experiencias (como es tu caso) y nos permite soñar y fantasear a quienes como yo no tendremos oportunidad de viajar a esos lugares tan remotos.
Disculpa, no pretendía soltar la chapa…jeje
Venga, un saludo!!!
Nunca habría imaginado que también en edad adulta los comienzo pudieran ser no tan fáciles. Interesante.
Es bueno soñar, fantasear y mantener las expectativas bajas 😉
«¿cómo me lo tengo que montar para surfear lo más posible?».
¿Qué tipo de trabajo me conviene? ¿Hasta cuánto voy a permitir que amistades, relaciones, etc. condicionen mi tiempo para surf? ¿Dónde me conviene vivir?…»
Cuántas veces me habré hecho estas preguntas!! Y todavía las sigo haciendo…
Todo por conseguir surfear un puñado de olas 😉