Llamativo título el de ese libro: Por qué deberíamos alimentar a los surfistas. Me ha sacado una buena sonrisa. Lo he visto en un periódico digital y, claro, he querido saber de qué iba el asunto.

Un filósofo belga ha escrito un libro defendiendo la renta básica universal (una asignación económica para todos aquellos que no tienen empleo), y discute la idea principal de un filósofo norteamericano al que, al parecer, no le gustaban mucho los surfistas.

En concreto, el norteamericano John Rawls publicó en 1988: «Quienes practican surf todo el día en Malibú deberían encontrar una manera de costearse sus propias necesidades, y no deberían beneficiarse de fondos públicos».

Vamos, que puso a los surfers como claro ejemplo de vagos y gorrones, gente no productiva para la sociedad y que, en opinión de Rawls, no debería obtener ayudas sociales. Es decir, el surfer como arquetipo de gandul.

Me hace gracia y hasta algo de ilusión, la verdad, que todavía hoy perdure algo de aquella imagen del surfer playero y vividor, quintaesencia de la vagancia; porque la percepción social del surfista ha cambiado mucho desde entonces, quizá demasiado… Hoy, la mayoría de medios muestran a los surfers casi siempre como gente super guapa, cool, responsable y domesticada.

En realidad, sigue pasando que un martes cualquiera a las 10:30am –da igual en mayo o en febrero– la playa esté repleta de gente surfeando y dos currelas que pasan por allí, o algunos jubilados o quién sea, comenten entre ellos: «¿Estos qué, no curran ni uno?…».

Ahora, gracias a este nuevo libro, también lejos de las playas seguirá existiendo entre algunos economistas y politólogos la sospecha de que los surfers son unos gandules.

Si Miki Dora levantara cabeza, probablemente pensaría con una sonrisilla: «Menos mal. Aún no todo está perdido…».

Referencias
. Breve reseña sobre el libro, por la propia editorial.
. Me ha hecho gracia este post relacionado: «Soy un surfista vago!!!!».