Duke Kahanamoku, «el padre del surf moderno». Conocemos bien el mito, pero no tanto su persona.

Era un tío sencillo y discreto, trató de llevarse bien con todo el mundo, y siempre nos quedaremos con ganas de saber más sobre cómo pensaba en realidad sobre algunos temas importantes.

Nació un día como mañana, el 24 de agosto de 1890, en el seno de una familia humilde, cuando Hawaii era todavía un estado independiente. («Duke» era su nombre de pila, no un título). Fue el mayor de ocho hermanos, y se hizo famoso nadando.

Batió el récord de los 100 metros libres en las olimpiadas de 1912. Ganó medallas en dos olimpiadas más. Hizo demostraciones de nado y surf en Estados Unidos y Australia. Participó en más de veinte películas de Hollywood.

Fue un personaje célebre en Estado Unidos, y utilizó su popularidad para revitalizar aquel pasatiempo de sus antepasados que por aquellas décadas parecía a punto de desaparecer, el he’e nalu que los yanquis pronto convirtieron en surfing.

A Kahanamoku le tocó jugar su papel en el proceso de anexión de las islas Hawaii a Estados Unidos.

Vio desde muy pequeño cómo los hombres blancos se estaban apropiando de Hawaii. De joven sufrió el racismo en su propia piel de forma notoria. Vivió la llegada masiva a Hawaii de miles de estadounidenses (con sus intereses, costumbres, idioma…). Aún y todo, aseguran, estuvo a favor de que Hawái se anexionara a Estados Unidos.

Kahanamoku estaba orgulloso de su origen hawaiano. Fue uno de los fundadores de Hui Nalu, el «Club de las olas», que reunía a los surfers locales de la época. Simbolizaba de alguna manera la continuidad de sus ancestros hawaianos (humilde, sano, noble…). Y en 1959, cuando los Estados Unidos se hicieron definitiva y oficialmente con Hawaii, los norteamericanos lo nombraron Embajador del espíritu Aloha.

¿Estaba Kahanamoku convencido de que los hawaianos vivirían mejor siendo ciudadanos norteamericanos? ¿O simplemente vio que aquello no tenía marcha atrás  y no quiso vivir amargado en una batalla perdida?… ¿Por qué no hizo jamás declaraciones contra el racismo cuando lo sufrió repetidamente en sus carnes? ¿Se arrepentiría alguna vez de haber sido siempre tan amable con los estadounidenses?…

Una de sus frases era: «No hables, mantenlo en tu corazón»… Los hawaianos no hablan mal de él, y lo celebran, pero ven con mucho recelo la comercialización que los norteamericanos hicieron de su figura.

En cualquier caso, Duke Kahanamoku es todavía para muchos el surfista más admirado e influyente de todos los tiempos. Y creo que en mi libro le atribuyo un papel breve pero clave en ese sentido.

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Duke Kahanamoku
. Colección de fotos.
. Algunas frases suyas.
. Él y su vida en un programa de televisión de la época.
. Una buena conferencia sobre él.
. Buen artículo sobre él y el racismo: Controversy in Stockholm: Duke Kahanamoku and the Olympics.

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