Mi primer amor
Escrito por Inigo Urdinaga, Publicado en Cultura surf
Solo doy el nombre de una marca en todo mi libro.
No quería mencionar explícitamente ninguna marca comercial. Sin embargo, me pareció imposible, demasiado violento, referirme a mi primera tabla sin dar su nombre.
La llamábamos «Cuaiet flait». Hecha en Florida a principios de los 80, era de color beige, muy ancha, medía 1,68 m y tenía dos quillas rojiblancas. Podría haber aparecido en la foto superior junto a sus hermanas, ya que pertenecía al mismo shaper y a la misma época.
Quiet Flight. Según me habían explicado en casa primero y en la escuela después, significaba “vuelo suave”, “vuelo silencioso” o algo así. La tabla provenía de Estados Unidos, había sobrevolado la inmensidad del océano, suave y silenciosamente, hasta alcanzar Orio y llegar a mis manos. Me parecía algo increíble.
Mucho después supe que fue una de los primeras marcas patrocinadoras de Kelly Slater. Y por lo que veo ahora aquí, todavía sigue viva.
Todo surfista recuerda con gran cariño su primera tabla, aquella que le dio sus primeras sensaciones, aquella que muy probablemente mejor cuidó, aquella con la que quizá más se encariñó.
Yo, por lo menos, prefiero no saber cuánto estaría dispuesto a pagar por recuperarla…
Hola Iñigo!
Si bien llegue tarde a esto de las olas (tengo 52, empece a los 38) me interesa y disfruto mucho con estas entradas en las que cuentas como eran las cosas por aquellos años. Supongo que la primera tabla es algo así como el primer amor, nunca se olvida…
Saludos!
Intento hacerlo sin caer en la nostalgia eh.
Sí que diría que entonces era más difícil conseguir una tabla y que, por eso, probablamente la cuidábamos y valorábamos más.
No sé si los chavales de ahora llegan a tanto con su primera tabla.