Son palabras del mítico surfer y escritor Allan C. Weisbecker. Y las traigo de su libro En busca del Capitán Zero.

«Resulta inquietante la descarada comercialización de lo que una vez fue una sociedad secreta: la asimilación de un estilo de vida en una máquina voraz de crear imágenes de la cultura pop. Al volverse económica y culturalmente significante, el surf ha perdido su importancia específica».

Cuando hay ropa de marcas de surf en todas las casas, cuando hay surfers en todas partes, cuando el surf ha llegado a ser deporte olímpico, cuando hay campeonatos a tutiplén, olas artificiales… El surf ha sido absorbido por el sistema. Peor aún, se ha convertido en una herramienta para hacer atractivo el sistema.

El surf está perdiendo valores propios que lo caracterizan y distinguen: dar prioridad al surf por encima de otros compromisos terrenales; considerar este mundo un lugar de disfrute y no de trabajo; priorizar el placer y el jugar; vivir con apego a la naturaleza; disfrutar de la búsqueda…

Pero no todo se ha perdido. El surf sigue siendo surf, en esencia. Y quien quiera estar en el agua cada vez que entra marejada, no puede dar demasiada importancia a los bienes materiales, el dinero, el trabajo y demás cargas terrenales.

Allan C. Weisbecker lo sabe bien, y sigue viajando en su autocaravana, con su perro y sus tablas.

.

Fragmento original

«More disturbing is the blatant commercialization of what once amounted to a secret society -the lifestyle´s grinding assimilation into a ravenous pop culture image machine. In becoming economically and culturally significant, surfing´s specific importance has somehow diminished.» (Allan C. Weisbecker, In Search of Captain Zero, 2002).